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El nuevo reto de la educación

 

Hemos sido testigos de importantes cambios en diferentes ámbitos de la vida por cuenta de la evolución humana (telecomunicaciones, salud, entretenimiento, transporte, alimentación, entre otros), sin embargo los avances en la educación parecen menos impresionantes.

Para quienes tenemos hijos y que en medio del confinamiento decretado por distintos gobiernos (con motivo de evitar la propagación del Covid-19) nos hemos visto en el rol de docentes, encontramos que el modelo educativo actual se asemeja demasiado (tristemente) al por nosotros experimentado hace 30 o 20 años atrás.

Los estudiantes aún son educados bajo el modelo en el cual un docente expone un tema específico y estos escuchan, partiendo desde el supuesto que la oportunidad primaria (y casi única) de adquirir conocimiento es dicha exposición; si bien es cierto, existe el apoyo de otras herramientas en este proceso (libros, videos, entre otros), pero es claro que la investigación y el trabajo autónomo en muchas oportunidades se reduce a una consulta en google y la respectiva transcripción de los resultados de manera escueta, información que se toma como cierta y que no es comparada con otras fuentes para validar su veracidad.

Es necesario motivar en el estudiante la experimentación, la búsqueda de información en distintas fuentes y la construcción del conocimiento más allá del marco teórico, el cual es vital para el ejercicio educativo pero no “caballo de batalla” en la interiorización de contenidos.

La experimentación nos lleva a la aplicación (lo cual en última instancia es lo que se busca con la educación), no es conveniente tener más estudiantes que reciten tablas de multiplicar y capitales del mundo, necesitamos estudiantes que sepan y entiendan la manera de aplicar dichos conocimientos, que puedan “crear” utilizando los mismos y que tengan la capacidad de replicar en otros sujetos.

Este es el nuevo reto de la educación: preparar al estudiante para afrontar la vida con la aplicación del conocimiento adquirido, hallar solución a problemas del diario vivir con lógica (por ejemplo), transformar su conocimiento en una brújula para definir el norte de su vida y proceso individual, y finalmente (no menos importante) adquirir la conciencia que existe un universo que espera ser descubierto más allá del límite de las aulas.

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